La película comienza de la misma forma en la que una pieza ballet abre, con Odette ya convertida en cisne bailando con Rothbard, el villano de la historia (leer la historia del lago de los cisnes para entender) , esto ya anticipa el trágico destino de la bailarina principal. Desde esta primera escena, se puede presenciar la visión del director. Este filma el baile a lo largo de toda la obra como un proceso íntimo, desgarrador y emocional, con planos cortos y constantes movimientos de cámara que sumergen de lleno al espectador en lo físico del ballet y en el cambio de la psicología de Nina, la protagonista.